sábado, 10 de septiembre de 2016

Pastel de albaricoques


Puesto que se está acabando la temporada de frutos de verano, he decidido hacer una tarta de albaricoques. En mi casa no ha causado gran sensación, porque son muy golosos, pero a mi me ha encantado. 
El albaricoque le da un toque ácido que junto con la masa y la crema hace una mezcla perfecta. Es la típica tarta de "hora del té".
Ten en cuenta que en esta receta necesitas tiempo para enfriar la masa, mínimo son 30' y necesitarás un molde redondo de unos 25 cm de diámetro como mínimo. También lo puedes hacer cuadrado, lo importante es que tenga una base amplía. 

En esta receta, he usado por primera vez un ingrediente nuevo para mi, y es el Plantago Ovata o Psyllium. Las masas sin gluten suelen ser pegajosas y darles forma resulta más complicado que si se utilizaran harinas con gluten. Si se les añade cáscara de plantago ovata molida las masas se formarán mucho mejor y se podrán extender más fácilmente. El plantago no es solo una fuente muy rica en fibra sino que además hace más jugosos los pasteles y los panes consiguiendo, por ejemplo, que se desmigajen mucho menos.

Medicinalmente las semillas de esta planta tienen muchas propiedades, entre ellas limpia el sistema gastrointestinal, reduce el colesterol, ayuda a eliminar grasa, a bajar de peso, a la absorción de nutrientes, gastritis y úlceras...


INGREDIENTES

Para la base

  • 200 gr de harina de arroz
  • 100 gr de mantequilla (temperatura ambiente)
  • 50   gr de panela o miel
  • 1 cucharita de plantago ovata molida (psyllium)

Para la cobertura
  • 100 ml de leche
  • 70   ml de nata
  • 60   gr de panela o miel
  • 50   gr de avellanas en cubitos (o almendras)
  • 2 yemas de huevo
  • 4/5 gotas de extracto de vainilla
  • 4/5 piezas de albaricoques 


PROCEDIMIENTO

Lo primero de todo es poner el plantago ovata en 80 ml de agua y dejar a remojo 10'.
Mientras, en un cuenco pon la mantequilla a temperatura ambiente y la panela (o el azúcar que vayas a usar, si es miel intenta que esté en estado líquido) y bate bien hasta conseguir una mezcla homogénea. Si te resulta más fácil, añade el agua con el plantago ovata y mezcla a la vez, sino hazlo una vez que el azúcar se haya desecho bien. A continuación añade poco a poco la harina de arroz. Verás que se espesa como una masa de pan.
Cuando esté bien mezclada, haz una bola y envuélvela en film. Mételo en el frigorífico 30' al menos. Cuanto más dura esté la masa, más tiempo podrás manejarla para extender en el molde. Pero si está demasiado fría, se romperá...no pasa nada, con esperar un poco o amasar, la mantequilla enseguida coge temperatura y podrás trabajarla.

Enciende el horno a 220º, si tu horno es muy potente ponlo a 200º. Lava los albaricoques y córtalos por la mitad, quítales los huesos y resérvalos. Divide la masa en dos, reserva una parte en el frigo mientras trabajas la base.
Yo tengo un rodillo pequeño, pero te sirve perfectamente el de toda la vida o incluso lo puedes hacer con las manos.
Haz una bola y cháfala dándole forma de hamburguesa y ve aplastándola o pasándole el rodillo. Mucho mejor si le pones una capa de film y trabajas sobre ella de la misma forma. De este modo no se te pegará en las manos ni en los utensilios.
Haz una base con la forma del molde que vayas a usar. De un grosor aproximado de 7 mm, inferior a 1 cm. Pero no demasiado fina, luego con el calor mengua y no tendrá suficiente consistencia para aguantar la crema y los albaricoques.
Si necesitas más masa, coge de la otra mitad que reservamos en el frigorífico. Pero cuenta con que tenemos que hacer el borde y tiene que ser casi tan alto como medio albaricoque. 

Una vez tengas la masa puesta en el molde, reparte las mitades de albaricoque con la parte interna hacia arriba. Haz el dibujo con ellas que más te guste, yo las dejé en mitades y en los huecos metí albaricoque troceado. ¡No lo llenes mucho! hay que dejar espacio para la crema.

Mete la base con los frutos al horno precalentado, a media altura 10'. Mientras mezcla la nata, la leche, las dos yemas de huevo, el azúcar y la esencia de vainilla. Si no tienes, puedes echar canela. 
Una vez bien batido y después de los 10' de horno, saca el molde y vierte cuidadosamente la mezcla. Échala por diferentes puntos del pastel para que llegue por igual a todas las zonas. Ve llenando poco a poco, es posible que te sobre, o al menos a mí me pasó. Una vez lleno, mételo al horno de nuevo, a 200º a la misma altura 20'. A unos 5' de acabar, ponle las avellanas o almendras en cubitos por encima (yo no tenía y no pude ponérselas, pero mucho mejor con algún fruto seco).

Cuando veas que la crema está cuajada, casi sólida y ya han pasado los 20' aproximadamente (depende mucho de cada horno) sácala y déjala enfriar por completo antes de meter en el frigorífico. Cuando esté fría será cuando realmente la crema la veas densa.
En cualquier momento la puedes comer. Personalmente a mi me gustan templadas, pero a mi marido por ejemplo la encuentra más buena fría. 

¡Me he explayado mucho! Pero es muy sencilla. Y si eres un poco cocinillas, te habrás dado cuenta que la base de este pastel admite hacerla de diferentes maneras, puedes hacer lo mismo con otra fruta, poner chocolate, con diferentes cremas y frutos secos...
¡¡El caso es disfrutar!!




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